La calavera es y siempre ha sido un icono y símbolo contemporáneo.
Y no, no está de moda, es que nunca se ha ido. Y nadie ha querido perder la oportunidad de rendir homenaje a lo más esencial del ser humano. Ni siquiera Nacho Rojo.
Es una parte de la anatomía humana que resulta muy inspiradora en el mundo artístico y de ella se ha hecho uso en la moda, la música y el arte. La calavera se presenta como un poderoso símbolo, revelando al ser humano en su desnudez, liberado de toda superficialidad. Es como la versión cruda y real de lo que somos, sin necesidad de añadidos, que nos recuerda que todo el mundo es igual debajo de la piel, sin importar género, cualidades o cualquier otra cosa.
La calavera emerge como la manifestación extrema del rostro, sin ocultar nada, sin secretos ni las exigencias impuestas por la sociedad. Es el icono antisistema por excelencia, igual de atractivo para tribus urbanas tan diferentes entre sí como los rockers, los punks, los skateboarders, los artistas callejeros, los moteros y, por qué no, los diseñadores de moda y los artistas más reconocidos. Y nosotros añadimos: “para todas aquellas personas que quieran llevar una”. Sin más. Si te gusta ¿por qué no?
La calavera no hace distinciones y se deja traducir a diferentes idiomas artísticos. Los más grandes han acudido a su ilustración. Sólo por hacer un conteo desprolijo se siguen artistas como Basquiat, Dalí, Van Gogh, Goya, Frida Khalo, Rembrandt. Todos ellos con una misión distinta han acudido al objeto dentro del encuadre de sus obras para hablar de argumentos que abordan tópicos como la muerte, el pensamiento, el morbo, la presencia, la pureza irreductible, la anatomía, la simpleza, el origen, etc.
Con la colección Cráneos, Nacho Rojo Jewels busca la belleza donde normalmente no existe, acercándonos a lo más esencial del ser humano, lo que le acompaña en vida y lo que deja tras la muerte.
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